El acelerado aumento de casos confirmados de covid-19 de las últimas dos semanas ha puesto a Brasil en una situación complicada, en especial para la ciudad de Sao Paulo.
El país sudamericano superó a España e Italia y ahora es el cuarto país del mundo con más infecciones del nuevo coronavirus: registraba más de 241.000 casos hasta este lunes.
Brasil llegó al último día de abril con poco menos de 72.000 casos confirmados de covid-19 pero tan solo en lo que va de mayo sumó 163.000 más.
Las autoridades informaron que casi 15.000 personas fueron diagnosticadas en las últimas 24 horas. Solo EE.UU., Rusia y Reino Unido tienen números más altos.
El número de muertes diarias en la nación latinoamericana aumentó en 816, por lo que para este domingo ya sumaban más de 15.600 fallecimientos, la quinta cifra más alta del mundo.
Y los expertos advierten que el número de contagios debe ser mucho mayor.
Un hombre murió en la calle en Río de Janeiro luego de que no pudo conseguir ayuda hospitalaria.
El alcalde Sao Paulo, Bruno Covas, advirtió este domingo que el sistema de salud de la ciudad -la más poblada del país- está cerca del colapso.
Los hospitales públicos, explicó, alcanzaron el 90% de su capacidad de emergencia, y la demanda sigue en aumento.
"Todos los días ofrecemos nuevas camas porque nueve de cada diez pacientes atendidos reciben alta, pero la tasa de contagio sigue alta y el sistema está próximo al colapso", dijo.
El alcalde busca un acuerdo con el gobernador del estado para aplicar una cuarentena obligatoria que pueda frenar la enfermedad antes de que los hospitales se queden sin espacio, probablemente en dos semanas.
La cifra real podría ser del doble
Expertos como Domingo Alves, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo, sostienen que el número real de contagios es mucho mayor al anunciado por el gobierno,
Ello debido a que en ese país solo se hacen pruebas de diagnóstico a quienes terminan hospitalizados.
"Es difícil saber qué sucede realmente en función de los datos disponibles. No tenemos una política real para gestionar el brote", explicó a la agencia AFP.
El ministro de Salud, Nelson Teich, estuvo en el cargo menos de un mes ante los desacuerdos con Jair Bolsonaro.
Alves es uno de los autores de un estudio que estimó que el número real de infecciones es 15 veces mayor que la cifra oficial.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sido fuertemente criticado tanto en su país como en el extranjero por su manejo de la creciente crisis de coronavirus del país.
El mandatario continúa oponiéndose a las medidas de confinamiento. Ha dicho que el virus es "una pequeña gripe" y que la propagación de covid-19 es inevitable.
En abril, Bolsonaro se unió a un grupo de manifestantes para exigir que se levantaran las restricciones ordenadas por autoridades locales. Considera que las medidas dañan la economía del país.
La semana pasada, el ministro de Salud, Nelson Teich, renunció después de menos de un mes en el puesto. Su dimisión vino después de lanzar críticas a un decreto de Bolsonaro que permitía la reapertura de gimnasios y salones de belleza.
El predecesor de Teich fue despedido después de estar en desacuerdo con Bolsonaro.
Ante los mensajes mixtos, y con poca ayuda del gobierno, no hay suficientes brasileños que se queden en casa para frenar la propagación del virus, dice la editora de la BBC para América, Candace Piette.
Crece la emergencia en América Latina
Brasil, el país más grande de América Latina, ha estado durante varias semanas como uno de los nuevos y más grandes brotes de coronavirus en el mundo.
En América Latina y el Caribe se han registrado más de 500.000 infecciones, la mitad de ellas en territorio brasileño.
México también ha visto un aumento acelerado en los casos confirmados en las últimas semanas, con casi 50.000 casos hasta este domingo, mientras que Ecuador tuvo a su sistema de salud colapsado en abril.
El fuerte aumento de casos en América Latina ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a decir que las Américas están actualmente en el centro de la pandemia.
En marzo, la OMS había calificado a Europa como el "epicentro de la pandemia", pero la región ahora está comenzando a recuperarse y levantar las restricciones introducidas para disminuir la propagación del virus.